Se encontraba de licencia hacía más de dos años. Con esta nueva jubilación, otro Juzgado queda acéfalo. Esto viene a agravar aún más la situación judicial de nuestro departamento; en el que 27 localidades son atendidas por sólo 5 jueces comunales, lo que -obviamente-, colapsa todos los sistemas o esquemas de trabajo. Esto hace que haya una preocupación genuina en diversas organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, puesto que -como en el caso de Teodelina-, el Juzgado directamente "dejó de existir" por estos días (se encuentra cerrado y sin personal que cubra, mínimamente, una guardia para consultas). Por ello, se espera que desde todos los sectores comience a trabajarse -aprovechando la época de campaña política-, en presentar fuertes reclamos que desemboquen en la concreción de nombramientos y creación de cargos, puesto que todos quienes vivimos en localidades donde no hay Juzgado, nos encontramos ante una negación concreta de funciones civiles y de Justicia de Paz. Lo cierto es que en los últimos tiempos se abrigaba la esperanza que la Jueza de Paz de Villa Cañás finalmente retomara sus funciones, paliando en gran forma la situación que nos abarca también a los teodelinenses. Sin embargo, en las últimas horas se confirmó que la misma se acogió al beneficio jubilatorio; lo que demuestra que el Poder Judicial es completamente inmutable ante esta situación, porque no gestiona los cargos ni habilita mecanismos de solución. Ante esto, la Municipalidad de Villa Cañás organizó un "organigrama de emergencia" que incluye la prestación de empleados por cuenta del propio municipio, para que se sumen a los ya existentes y no se cierre ese Juzgado de Paz.