LA GENTE PIDE CADA PAVADAS...

El mail es claro y contundente: una vecina se queja porque -a juzgar por el estado en que están-, cree que en su barrio las cunetas pasaron a ser Monumento Histórico Comunal: nadie puede tocarlas... El mail dice, textualmente: "la presente es para pedirte por este medio, si vos podés hacerles llegar a la Comuna un ruego, para ver si a vos te escuhan, y tomaran a bien limpiar las cunetas del FONAVI 2, ya que aca -si no las limpiamos las vecinas- no aparece nadie. Por supuesto que pagamos los impuestos de barrido y césped...¡pero... bien gracias!". Ante este descarado reclamo por parte de esta vecina agitadora y golpista, se me ocurrió imaginar que también podríamos sumar al reclamo el de muchos otros vecinos de Teodelina; y soñáramos, por ejemplo, que un buen día la gente de la Comuna se levantara con ganas de hacer algo en serio por el pueblo, y erradicaran el nuevo basural que -omnipotente-, se erige tras el balneario comunal (bien a la vista de quienes nos visitan, como para mostrar orgullosos que Teodelina avanza en la generación, conservación y depósito de basura al aire libre); que arreglaran muchas calles de tierra, que terminaran de hacer el bacheo y algunas otras "pavaditas" que necesitamos urgente. Y ahí nomás, me acordé del intendente de Elortondo. Este hombre, como no haby dinero para pagar sueldos, maneja la maquinaria destinada a la pavimentación de calles. Sí, leyó bien: el intendente maneja la máquina para pavimentar las calles de su pueblo. Y no sólo eso, sino que en varias ocasiones condujo el camión volcador de basura y arregló caminos rurales con la motoniveladora comunal. Este hombre no se sentó en cómodo sillón en el que se sientan muchos diciendo "hay crisis... no hay plata"; sino que se subió a las máquinas y se puso a trabajar. En conclusión: en pocos meses, lograron revertir la situación en base a sacrificio y austeridad. Lo más curioso es que en su actividad privada, el mandatario tiene una empresa de compactación de suelos. En otros pueblos, hubieran aprovechado esto: "nosotros mismos nos contratamos y nos pagamos, y así progresamos...". Pero no pasó en Elortondo. En su campaña, este hombre prometió asfaltar calles. Y como la situación con la que se encontró no se lo iba a permitir, decidió cumplir con su palabra y por eso se subió a la pavimentadora. Igual que en otros pueblos de la región, que se "arrancan los ojos" por cumplir con lo prometido en campaña...
Por eso, ante la queja de esta vecina golpista, se me ocurrió imaginar que -seguramente-, en las próximas horas veremos lo siguiente: Nellicitia Nervios conduciendo la motoniveladora, al grito de "pavimenten, negros, pavimenten"; mientras que en la cuadra paralela -y siempre a bordo de su encarnada chatita gris-, el Supersecretario controlaría que nadie gaste más de lo indicado, porque si hacen eso se reduciría brutalmente su humilde sueldito. En tanto, otra chatita gris recorrería el pueblo viendo donde es necesario llevar materiales para "arreglar las calles"; y un tercer funcionario contrataría nuevos profesionales de la región... porque acá no hay. Como dice más arriba, debajo del título, "perdonemos a Mirta". Después de todo, era una pobre mujer manejada desde más arriba. Pero su inocencia la salvaba.