Todo sucedió el fin de semana, en el Sanatorio San Martín de Venado Tuerto, tras la muerte de una mujer que había dado a luz. Luego del fallecimiento de la joven Noelia Fernanda Muñoz de Eterovich (29 años) ocurrida alrededor de las 22.30 del viernes, se armó una verdadera batahola en el nosocomio, ya que los familiares y amigos reaccionaron violentamente, realizando destrozos y golpeando a médicos. De hecho al jefe de turno de terapia intensiva, Carlos Bizoni, le fracturaron la mandíbula y el sábado fue operado. También otro profesional Juan Bernardo Ferrer atacado, aunque no sufrió consecuencias físicas de importancia. Tuvo que llegar la policía para calmar la situación. Lo cierto es que al conocer la noticia del deceso y disconformes con la atención médica que recibió la joven madre, unas diez personas, entre familiares y allegados "entraron a los gritos diciéndonos que nos iban a matar a todos y hasta incluso no tuvieron reparos en entrar en un lugar donde había seis personas en estado delicado, con respirador artificial en algunos casos y rompieron aparatos vitales. Si uno ve las imágenes de las cámaras realmente se sorprendería lo que pasó esa noche", contó el titular del sanatorio Emilio Venturelli. Según lo trascendido desde los profesionales del centro de salud, a la joven fallecida le habían practicado una cesárea programada el martes pasado. Al respecto, cabe destacar que debido a que la paciente tenía un embarazo hipertenso se definió acelerar la intervención. En ese momento, el bebé, que había alcanzado los siete meses de gestación, fue derivado ese mismo día a un instituto de neonatología para su mejor atención. En tanto, la madre fue dada de alta luego de recibir la debida atención por la intervención quirúrgica y también por algunas complicaciones típicas de la presión arterial, explicaron fuentes del nosocomio. Pero el jueves, Noelia volvió a ingresar al sanatorio con fuertes dolores abdominales. En principio se el cuerpo médico indagaron sobre posibles complicaciones derivadas de la cesárea, sin embargo no encontraron síntoma relacionados. Así que observando que el cuadro no mejoraba, fue internada en la sala de terapia intensiva donde murió el viernes a la noche, "como consecuencia de un aneurisma de aorta toráxica, un cuadro irreversible por el que se muere en cualquier sanatorio del mundo", explicó en diversas declaraciones el titular del instituto privado, Emilio Venturelli. "No es que hubo mala praxis ni nada que se le parezca. El cuadro fue complejo en todo momento del embarazo", aclaró el directivo.
