En los últimos días, la comunidad amenció sorprendida por una vieja costumbre que renace ante cada elección. Tal vez, quienes no puedan sostener su propia carrera política, atacan a otros desprestigiándolos. Como es de público conocimiento, este diario nunca fue partidario de las acciones de gobierno de Martín Labbé ni de su sucesora, Mirtha Batista. Sin embargo, sí somos partidarios de la valentía de los seres humanos a la hora de acusar. Condenamos enfáticamente a los "tibios" que se valen de "anónimos" para no decir, frontalmente, lo que quieren decir. Por eso, nos plegamos a las diferentes expresiones de repudio que surgieron en las últimas horas, instando a los teodelinenses -y a algunos sectores políticos en particular-, a competir más lealmente en la próxima campaña política. Solo acusando firme, sostenida y vehementemente se logra un resultado. Los anónimos no son más que la voz de los pobres grises. Y a Teodelina, los pobres grises no le hacen falta. Además de nuestro repudio, llegó en las últimas horas el repudio por parte del legislador Jorge Abello, como así también de varios vecinos que sostienen que solo los cobardes actúan de esa forma.
