PEDIDO DESESPERADO

Un lector de nuestro medio nos envió un mail en el que llama la atención sobre el mal uso que se le da al espacio público en nuestro pueblo. Pero, haciendo gala del humor que lo caracteriza-, el lector optó por escribir el correo electrónico desde la óptica del propio espacio público. Así, indica: "soy el 'Espacio Público', y los teodelinenses me quieren destruir. No es paranoia, mirenmé, me agreden sistemáticamente. Mis veredas están destruídas, usan los canteros para transitar y estacionar. Tiran hacia mí todo tipo de desperdicios: desde envases varios hasta aguas servidas. Ahora el snobismo, la imitación o la ostentación hace que se corten mis calles y me usen de parrillero. ¿Qué ocurriría si otros me usaran para lavar los platos, la ropa o la cría de animales domésticos?... ¿ tendrían derecho?. Vehículos de gran porte circulan libremente por mis calles y otros quedan crónicamente estacionados. No señores... no estoy para ello. Soy asiento de oficios diversos y ese tampoco es mi destino. Se destruyen mis mejoras: bancos, luminarias, juegos, cestos, etc. Todo sabemos que reponerlos tiene un costo, y esos recursos ya no estarán para mi. No comprendo este comportamiento, soy de todos, soy el más democrático de los lugares, hago a la cultura y al ser teodelinense. Pero me agreden. Y es contra mi; me cuentan que en otros lares los teodelinenses se portan bien y respetan las normas. O se las hacen respetar.¿Esa es la cuestión?. Hasta ahí casi me la bancaría, pero no tolero que mis dueños digan:¡ qué lindo está tal pueblo!. Mirenmé, hagamos que el lindo sea yo: Que soy el Espacio Público que hace Teodelina".