Todo ocurrió, según quien denuncia, el pasado domingo por la tarde, cuando alrededor de 80 pasajeros debieron viajar hacinados en una unidad de esa empresa, en un viaje que partió desde nuestro pueblo. La palabra que define esta situación, según la pasajera que efectuó la denuncia pública, fue "indignante", teniendo en cuenta que "había alrededor de 80 personas que subimos a ese colectivo". Todo comenzó minutos antes de las 20.30, cuando esa cantidad de personas se encontraban en la terminal de nuestro pueblo para tomar el colectivo que cubre el trayecto Teodelina- Venado Tuerto. En primera instancia, subieron a la gran mayoría en un colectivo de alrededor de 45 asientos. El resto de los pasajeros debían viajar parados. Sin embargo, cuando observaron que ya era imposible que entrara más gente dentro de la unidad, aún quedaban alrededor de 10 personas abajo, todas con su boleto en la mano. Por este motivo, el chofer llama a la empresa para ver que hacía. A esta altura, la denunciante indica que lo lógico sería que en la boletería no se vendan más pasajes que la cantidad de asientos de los que dispone el colectivo, pero no es esa la costumbre. Volviendo al tema anterior, los pasajeros escucharon que debían bajar de la unidad. Se pensé, en un primer momento, que llegaría un refuerzo. Pero no: llegó a la terminal un ómnibus doble piso (un poco más grande) que permitía que alrededor de 60 personas viajaran sentadas. Y el resto... parados. Lo que la denunciante se pregunta es si no es hora de tomar cartas en el asunto, puesto que "los animales que viajan hacia el matadero parecieran viajar más cómodos que nosotros" finalizó.