Desde diversos ámbitos, se acusó a este medio y a su director de ser "oposición permanente", y -los más necios-, subrayaron que se buscaba "el mal común" antes que el "bien común". Después de una gestión que hizo oídos sordos a nuestra forma de hacer periodismo; pareciera que ahora están más dispuestos a prestar atención a lo que el periodismo verdaderamente independiente marca. Y eso es buena señal: estarían entendiendo que un pueblo crece solamente apoyado en todas sus patas, no solamente en las que les conviene al poder de turno. Históricamente, desde los últimos años, el boliche bailable y la falta de regadores en el pueblo había sido los dos tumores que ninguno de los "cirujanos de turno" pareció poder solucionar. Desde hace pocos días, quienes viven en calles de tierra respiran aliviados: constantemente los regadores recorren el pueblo llevando un poco de respiro a quienes hasta hace pocos días debían convivir con el polvillo y la tierra que levantan los conductores que utilizan las calles del pueblo como pista de carreras. Por otra parte, y aunque todavía falta un sinfín de "tornillos por ajustar" el tema del boliche bailable pareciera estar solucionado. En ese punto, solo falta que se logre una disminución en el volumen de la música para que los vecinos que viven en las inmediaciones del lugar puedan dormir en paz, como así también un control más exhaustivo por parte de los inspectores comunales; pero en líneas generales se terminó con la disconformidad que el anterior centro de diversión provocaba. Solo resta que las autoridades actuales entiendan que es imposible llegar al pueblo si no es a través de la prensa; y que pongan "especial atención" en este punto. Es hora de comprender que "quien no comunica no hace" y que tal vez fallen -por burdos y poco experimentados-, los fusibles que pusieron en ese lugar. Solucionados estos problemas, Teodelina tal vez empiece a crecer como se lo merece. Finalmente, establecer cierto rigor con respecto al Juzgado de Faltas sería la "cereza del postre". Estamos en el primer mes de gestión, y todos demostramos tener especial interés en lograr una adulta convivencia. Veremos si la gestión Artoni tiene la capacidad de establecer esa adulta convivencia con los medios y los periodistas; o si por el contrario sigue estúpidamente enemistada con quienes se han convertido en el filtro que utiliza la gente para acercar sus quejas tras el "olvido" oficial de tener las orejas bien abiertas.
