EDITORIAL: EMPIEZAN A PARIR LAS CHANCHAS

En la jerga popular, decir "empiezan a parir las chanchas" es sinónimo de decir "se empiezan a escuchar los primeros comentarios". Y eso ocurrió con mi nuevo programa de radio; una integrante de la actual gestión llamó para amenazarme con hacerme callar la boca con un juicio. Nadie de la actual gestión se manifestó al respecto. Eran las 10 de la mañana. Una mujer vino llorando al estudio desde donde se emite mi programa de radio, contando que es madre de 7 hijos y que acababan de desalojarla de la casa que habitaba. Le ofrecí, entonces, contar su historia al aire, como forma de llamar la atención de dos partes: de la parte "oficial" que sería la encargada de solucionar este tipo de problemas; y también de los teodelinenses, que siempre se muestran solidarios. La mujer habló, contó su historia. Contó que había ido a la Comuna donde había sido atendida por la Sra. Nelly Guazzaroni y que fue ella quien le dijo que no había solución por el momento para su problema. Fue entonces cuando, al terminar la nota, con el máximo de los respetos me dirigí a la Sra. Nelly Guazzaroni para pedirle que, por favor, solucione este problema. La mujer que quedó en la calle tiene derechos, como todos los ciudadanos. Uno de esos derechos es el derecho a vivienda digna. Mi llamado de atención hacia las autoridades fue desde el más alto de los respetos. En esta vuelta a la radio, elegí un tono menos confrontativo que mi paso anterior por ese medio de comunicación. Sin embargo, tampoco ese nivel les gusta a nuestras actuales autoridades. Lo lamento. Lo intenté por todas las vías: primero confrontando desde un lugar más "guerrero". Ahora, desde una postura más conciliadora. Evidentemente, prefieren mi silencio, y ante cada manifestación mía, llaman por teléfono para amenazarme con un juicio, como lo hizo hoy por la mañana la Sra. Nelly Guazzaroni. En primera instancia, le ofrecí el micrófono de mi programa para que efectuara allí su descargo, explicando el porqué no ayudan a esta mujer. No quiso eso. Quería que fuera yo quien dijera al aire ciertas consideraciones que bajo ningún punto de vista estoy dispuesto a indicar. Y no lo haría porque a mí me importa muy poco lo que la madre de esos chicos hagan con su vida. Me importan, justamente, los 7 pibes. Por supuesto, tras amenazar, la Sra. Nelly Guazzaroni cortó la comunicación, no sin antes aclarar que ella NO COBRA SUELDO ALGUNO EN LA COMUNA. Desde el punto de vista periodístico, es un grave falta de respeto hacia la libertad de expresión. En ningún momento tuve consideraciones hacia la persona de Nelly Guazzaroni (lo que sería cuestionable); sino que me referí a la funcionaria pública. Pero, sin embargo, tampoco le falté el respeto a la funcionaria: solo le dije que si no estaba capacitada para la labor que desarrolla, es preferible que renuncie y se vaya. Nada de esto sirve. No importa. Falta poco para diciembre.
Pablo Leger
DNI 21.444.809
PD: aprovecho la oportunidad para agradecer a todos quienes desempeñan cargos políticos dentro de la Comuna. Les agradezco que me escuchen todas las mañanas para ver que es lo que digo.