El hecho, ocurrido en Venado Tuerto, consternó: el chofer de un transporte escolar murió en una pelea con un motociclista en pleno centro venadense. En principio, ahora se sabe que la autopsia reveló que la herida mortal no fue provocada por un cuchillo sino por un arma impropia según el derecho penal. Podría ser una lapicera, un estilete o un destornillador, pero hasta anoche no se había secuestrado nada. (Este medio, en un primer momento, había indicado la hipótesis de la lapicera). El imputado como agresor, Esteban Vietkauskas, de 52 años, está detenido y no declaró en sede policial. El episodio fue ayer el eje de comentarios torrenciales en los ámbitos públicos y los medios venadenses: el chofer del utilitario se trabó en una pelea en el centro de la ciudad ante los ojos de los alumnos de escuela a los que llevaba cotidianamente, quienes por la ventanilla fueron testigos del mortal incidente. Cerca de las 17 del martes Mario Bazán se subió a la combi de transporte escolar y se dirigió a buscar alumnos que asisten a la escuela Cultura Inglesa, ubicada por calle Marconi entre San Martín y Castelli. En el vehículo ya viajaba un grupo de estudiantes de otros colegios. Cuando estaba a pocos metros del establecimiento, Bazán se cruzó con Vietkauskas. El conductor bajó de la combi y se desató una discusión. Los dos hombres intercambiaron insultos y el chofer comenzó a golpear a Vietkauskas, que salía de un local de venta de artículos eléctricos. Los dos contendientes cruzaron puñetazos y en la gresca quien llevaba la peor parte, según fuentes policiales, era Vietkauskas. Al parecer, ya maltrecho alcanzó a tomar un objeto punzante, en apariencia una lapicera, que clavó en el pecho del transportista. Le perforó el corazón y una hora después murió en el hospital Alejandro Gutiérrez. La cruenta escena fue presenciada por los alumnos que estaban en la combi. Los chicos estallaron en llanto y algunos sufrieron una crisis de nervios. Vietkauskas tenía hematomas en la cara y en uno de sus ojos. Tras ser atendido en un hospital público fue trasladado a la comisaría donde quedó detenido. Un vocero policial señaló que una disputa por cuestiones económicas habría motivado del incidente. Al parecer Bazán mantenía una deuda con el agresor. Fuentes de la investigación indicaron que el chofer habría sufrido un hostigamiento constante en los últimos días para cancelar la deuda. Las intimidaciones llegaron a sus familiares. Un amigo de Bazán —que prefirió no brindar su identidad— comentó "para que Mario haya reaccionado de esa manera tiene que haber pasado algo grave porque no se peleaba con nadie. Todavía no lo podemos creer", sostuvo. Bazán era una persona muy querida en Venado Tuerto. Su extensa trayectoria como disc jockey en distintos boliches de la ciudad y los años que estuvo detrás del mostrador de su disquería le granjearon muchas amistades. Unos meses atrás había comprado el transporte escolar. Su pasión era la música y los fines de semana no perdía detalles de los partidos de San Lorenzo de Almagro, equipo del que era hincha. Ayer, en el sepelio, vecinos que fueron a darle el último adiós recordaban las multitudinarias fiestas de música retro que Madaba —nombre que usaba como disc jockey— organizaba con el nombre de Madabazo.
DOLOR EN EL ENTIERRO DE MARIO BAZÁN
El hecho, ocurrido en Venado Tuerto, consternó: el chofer de un transporte escolar murió en una pelea con un motociclista en pleno centro venadense. En principio, ahora se sabe que la autopsia reveló que la herida mortal no fue provocada por un cuchillo sino por un arma impropia según el derecho penal. Podría ser una lapicera, un estilete o un destornillador, pero hasta anoche no se había secuestrado nada. (Este medio, en un primer momento, había indicado la hipótesis de la lapicera). El imputado como agresor, Esteban Vietkauskas, de 52 años, está detenido y no declaró en sede policial. El episodio fue ayer el eje de comentarios torrenciales en los ámbitos públicos y los medios venadenses: el chofer del utilitario se trabó en una pelea en el centro de la ciudad ante los ojos de los alumnos de escuela a los que llevaba cotidianamente, quienes por la ventanilla fueron testigos del mortal incidente. Cerca de las 17 del martes Mario Bazán se subió a la combi de transporte escolar y se dirigió a buscar alumnos que asisten a la escuela Cultura Inglesa, ubicada por calle Marconi entre San Martín y Castelli. En el vehículo ya viajaba un grupo de estudiantes de otros colegios. Cuando estaba a pocos metros del establecimiento, Bazán se cruzó con Vietkauskas. El conductor bajó de la combi y se desató una discusión. Los dos hombres intercambiaron insultos y el chofer comenzó a golpear a Vietkauskas, que salía de un local de venta de artículos eléctricos. Los dos contendientes cruzaron puñetazos y en la gresca quien llevaba la peor parte, según fuentes policiales, era Vietkauskas. Al parecer, ya maltrecho alcanzó a tomar un objeto punzante, en apariencia una lapicera, que clavó en el pecho del transportista. Le perforó el corazón y una hora después murió en el hospital Alejandro Gutiérrez. La cruenta escena fue presenciada por los alumnos que estaban en la combi. Los chicos estallaron en llanto y algunos sufrieron una crisis de nervios. Vietkauskas tenía hematomas en la cara y en uno de sus ojos. Tras ser atendido en un hospital público fue trasladado a la comisaría donde quedó detenido. Un vocero policial señaló que una disputa por cuestiones económicas habría motivado del incidente. Al parecer Bazán mantenía una deuda con el agresor. Fuentes de la investigación indicaron que el chofer habría sufrido un hostigamiento constante en los últimos días para cancelar la deuda. Las intimidaciones llegaron a sus familiares. Un amigo de Bazán —que prefirió no brindar su identidad— comentó "para que Mario haya reaccionado de esa manera tiene que haber pasado algo grave porque no se peleaba con nadie. Todavía no lo podemos creer", sostuvo. Bazán era una persona muy querida en Venado Tuerto. Su extensa trayectoria como disc jockey en distintos boliches de la ciudad y los años que estuvo detrás del mostrador de su disquería le granjearon muchas amistades. Unos meses atrás había comprado el transporte escolar. Su pasión era la música y los fines de semana no perdía detalles de los partidos de San Lorenzo de Almagro, equipo del que era hincha. Ayer, en el sepelio, vecinos que fueron a darle el último adiós recordaban las multitudinarias fiestas de música retro que Madaba —nombre que usaba como disc jockey— organizaba con el nombre de Madabazo.
