Hace poco tiempo publicamos la noticia que daba cuenta de la muerte por desnutrición de un niño de 3 años en Santa Fe. Por las dudas, los políticos pusieron presos a los padres de la criatura. Se los acusaba (por las dudas) de haberlo golpeado. Ahora, debieron dejarlos en libertad porque no hay pruebas. El chico murió por hambre. Luego de la liberación de los padres, la secretaria de Salud de la provincia, Debora Ferrandini, olvidó el significado de la palabra "vergüenza" e hizo declaraciones a la prensa cuestionando el accionar “apresurado” de la Justicia, al punto que le reprochó a aquellos operadores de salud que hablaron con los medios, haber ventilado detalles de la historia clínica de un paciente menor de edad. También consideró “ilegal difundir la identidad del chico” y fustigó a los medios por haberse hecho eco de una versión incompleta e irresponsable de lo sucedido. Traducido: los medios tienen la culpa. El chico murió por no comer la comida que los medios de comunicación tenemos la obligación de darle... Lo que debiera plantearse esta funcionaria es quién va a limpiar el nombre de esta familia, cuyo hijo se murió por impericia de funcionarios como ella. Quien se hace cargo de la detención de los padres del niño (una semana presos) porque supuestamente las causas de la muerte eran dudosas... Siempre es lo mismo. En su momento, creí que Binner traía aire fresco a la provincia. Hoy me doy cuenta que son todos iguales. Y en todos lados pasa lo mismo: los que antes criticaban a los que gobernaban, hoy gobiernan y cometen los mismos errores de los que antes gobernaban. Parece un juego de palabras pero no lo es. La carrera de asistente social forma para manejar ese tema. Acá parece que para estar a cargo de Acción Social hay que ser inepta y "amiga".