DIERON MAYORES PRECISIONES SOBRE LA MUERTE DEL NIÑO EN UN JARDÍN DE INFANTES DE RUFINO

Un niño de 3 años perdió la vida al quedar colgado de su cuello en un tobogán ubicado en el patio del Jardín de Infantes Nº 116 del Barrio General San Martín, en la ciudad de Rufino. La muerte habría ocurrido por asfixia en forma casi instantánea, haciendo vano todo esfuerzo por salvar su vida. Pasadas las 15,30 hs. del jueves, un llamado al Servicio de Emergencias daba el alerta rojo sobre un accidente ocurrido en el patio de juego del Jardín de Infantes Nucleado Nº 116 "20 de Noviembre", ubicado en calle Magallanes 65 del barrio Gral. San Martín. Al llegar, según explicaron los médicos, el cuerpo del niño Geremías Leonardo Castro, de tan sólo 3 años, se encontraba entre la vida y la muerte, luego de quedar colgado del tobogán que había elegido como su juego de recreo. De inmediato, el chiquito fue remitido al Sanatorio Modelo, pero habría llegado sin vida, haciendo vano todo esfuerzo por recuperar sus signos vitales. El chiquito, junto a unos 30 compañeritos, concurría a la Salita de 3 de la institución, a cargo de la docente Analía Rebuffo, quienes estaban realizando sus clases de adaptación. Aparentemente, en algún momento, el chiquito habría subido al tobogán ubicado en el patio de juego, pero el cordón plástico que sostenía la cámara de fotos de juguete con la que se encontraba, se trabó en uno de los laterales del mismo, provocándole la muerte, casi en forma instantánea. El cuerpo de chiquito habría sido encontrado por una de las porteras del establecimiento, quien dio aviso a las docentes. Extraoficialmente se supo que los datos preliminares de la Autopsia realizada en la Morgue de Venado Tuerto, arrojarían que el chiquito habría muerto por asfixia, perdiendo el conocimiento casi al instante. Pero estos resultados recién se oficializarían, por escrito, en las próximas horas.En cuanto a las precisiones sobre los hechos, se esperaba el comparendo de la docente a cargo de la salita, quien es considerada como la principal testigo del fatal desenlace, ya que sus dichos podrían determinar el momento en que el chiquito salió de la salita, o bien, si nunca regresó del recreo. La docente estaría pasando por un estado de shock y por consejo médico, hasta el momento no se le habría tomado la respectiva testimonial. Aparentemente, la prescripción profesional hablaría de unos 10 días de descanso, pero desde la Justicia se evaluaría los pasos a seguir ya que la palabra de la profesional serían consideradas vitales para la investigación. Cabe destacar que judicialmente todo se sustenta en base a una fatalidad, pero de acuerdo a los resultados de las pericias, podría surgir algún tipo de cambio de carátula, no descartándose posibles imputaciones. Fuente: Semanario Noticias de Rufino