El mail suele traer buenas noticias. Pero también, malas preguntas. Este dice: "Pablo: no dejo de leer tu diario todos los días, dado que siempre hacés gala de un humor diferente a la hora de anunciar lo que no se hace. Y eso es lo curioso: mientras otros tratan de inflar lo poquito que se hace, vos te la ingeniaste para resaltar que las buenas gestiones están en otros lados. Sin embargo, no es por ese tema que te mando este mail. Sucede que vivo en la calle de ingreso al pueblo, a pocos metros de la garita de colectivos, más precisamente. Y me puse muy contento al leer en tu diario que las autoridades de nuestro pueblo comenzarían con el bacheo. Pero todavía espero... hicieron el bacheo en la plaza, en la calle que va al Balneario... y ahí pararon las obras. ¿Ese era el plan o nuevamente contrataron una empresa que -como es público y sabido-, deja los trabajos por la mitad?. ¿Porqué la Comuna no habla al respecto?. Me gustaría que averiguaras que pasa. Un abrazo", finaliza el mail firmado por un vecino identificado como Oscar (cuyo apellido se indica en el mail).
Respuesta: estimado Oscarcito... no se como explicarlo... No esperes ver respuestas oficiales en mi diario. Yo no estoy acostumbrado a recibir migajas. Menos aún cuando del plato comen otros. Y comen porciones mucho más grandes.
