OBSERVACIÓN COMO CIUDADANO

Todelina tuvo, acaso, el fin de semana más triste desde hace muchos años. Tres vidas jóvenes fueron truncadas por un accidente. Otra vida joven se encuentra en una crítica etapa de rehabilitación. Tres familias lloran a sus hijos, hermanos, sobrinos... Una familia navega desesperada entre el dolor que les provoca la muerte de sus "otros hijos" y el sufrimiento del suyo propio. El gobierno local dictó una resolución mediante la cual se establecieron dos días de luto. Los bares tomaron la decisión de no abrir sus puertas. Sin embargo, Teodelina volvió a mostrar su lado de "prostituta"... Para algunos comerciantes, el dolor del otro no importa. Hay que vender cerveza, por sobre cualquier dolor. Ojalá, por una casquivana vez, el castigo social se imponga en Teodelina y demostremos a esa gente que quien no respeta el dolor, será observado por la comunidad toda. A quien le quepa el sayo... que se lo ponga.
Pablo Leger