Hace poco más de una semana, el pueblo entero condenó los hechos de violencia ocurridos cuando un grupo de jóvenes produjo serios desmanes contra autos, casas y negocios. Ayer, un accidente y un caos vehicular demostraron que el Juzgado de Faltas de nuestro pueblo está... bien...gracias. Pero las autoridades siguen sosteniendo al Juez. ¿Hasta cuándo esta muestra de poca preocupación por lo que ocurre en el pueblo?. Una vecina frente a cuyo domicilio se produjo ayer un accidente de menores consecuencias, miraba a los inspectores que "ordenaban el tránsito" en el lugar en el que había ocurrido ese hecho , y se preguntaba si necesitamos que se nos mate un chico en un siniestro para que las autoridades remuevan al Juez de Faltas. Los jóvenes en nuestro pueblo están "desmadrados" en lo que a conducción se refiere, y ello ocurre, justamente, por la ineficacia del sistema de control de tránsito. Así, vemos chicos de 8 años conduciendo ciclomotores, jóvenes sin casco, otros en motos de alta cilindrada; algunos en cuatriciclos; menores de edad (de los cuales todo el pueblo conoce sus edades, puesto que son de aquí) conduciendo los autos que sus padres les "habilitan" porque "es fin de semana"; grupos de amigos sentados sobre los cordones de la plaza bebiendo cerveza (en algunos casos, menores de edad); y otras "postales" que demuestran que -en lo que a Faltas se refiere-, este pueblo es tierra de nadie. Mientras tanto, y tal como TODOS LOS VEMOS, los "Monumentos a los inspectores de la Comuna" se encuentran -como es triste costumbre-, enhiestos en la tradicional esquina teodelinense, mirando con amor las gravísimas faltas que se cometen delante de sus ojos. Pero... es así. Aparentemente, tenemos que esperar a que se mate un pibe en un accidente o atropellen a alguien conocido, para que las autoridades (si Dios nos ayuda, Alá no nos abandona; y siempre y cuando Jehová esté con nostros) digan "repudiamos los hechos". ¿Porqué no prueban cambiando el Juez de Faltas, señores?. Tal vez, eso les haga aparecer ante el pueblo como verdaderamente preocupados por lo que sucede en el pueblo... y no preocupados por un par de votitos únicamente.