Los hechos vandálicos del pasado fin de semana reflejan un "Estado ausente". Sin embargo, el "fusible" sigue en su lugar. Bah, cuando se digna a atender al público. Todas las miradas apuntaron a un solo lugar: el Juzgado de Faltas. Su brazo ejecutor (los inspectores) continúan acodados y apoyados en el mismo lugar de siempre, como sosteniendo el cartel que conmemora la fundación de nuestro pueblo. Teodelina puede estar ardiendo y siendo destrozada a dos cuadras, pero ellos continúan en ese lugar, inamovibles. El Juez de Faltas, en tanto, continúa esforzandose al colgar el cartelito "el Juzgado atiende por la tarde". Así, los inspectores aducen que "nos da miedo meternos", mientras quien debería mandarlos sigue descansando o ejerciendo su profesión en el ámbito privado... Mientras tanto, muchos vecinos amanecieron con sus vidrieras destrozadas, sus autos abollados, sus pertenencias rotas... sus instalaciones destrozadas. ¿Para que sirve, entonces, el Juzgado de Faltas?. Las posibilidades son dos: pedir la renuncia al Juez de Faltas o cerrar el Juzgado. Aprovechen ahora, justicialistas. Demuestren al pueblo que quieren cambiar de verdad la historia. Con emitir el comunicado que emitieron no es suficiente. La gente quiere acción, quiere verlos actuar de verdad por una vez; quiere ver como le piden -rápidamente-, la renuncia a quien ocupa el puesto de Juez de Faltas, dado que todos vemos el caos en el que cayó el pueblo. Sosteniendo a este hombre en su puesto, lo único que logran es seguir perdiendo votos de gente que ve como su inacción los despoja de sus bienes. La acción debería ser inmediata, puesto que con el ejemplo se demuestran las intenciones.
